Sinceramente no soy de postear todos los correos que me llegan a la cuenta, sin embargo existen algunos que realmente vale la pena rescatar y compartir. Como este que me envió mi papá en estos días. De verdad me tocó el corazón. Lo comparto con ustedes.
Si cuando conversas conmigo, repito y repito las mismas palabras y sabes de sobra como termina, no me interrumpas, tan solo escúchame. Cuando eras pequeño (a) para que te durmieras, tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que cerrabas los ojitos. No me reproches porque no quiera bañarme; no me regañes por ello. Recuerda todos aquellos momentos que te perseguí y los mil pretextos que te inventaba para hacerte mas agradable tu aseo.
Cuando me veas inútil e ignorante frente a todas las cosas tecnológicas que ya no podré entender, te suplico que me des todo el tiempo que sea necesario para no lastimarme con tu sonrisa burlona. Acuérdate que fui yo quien te enseño tantas cosas: comer, vestirte y como enfrentar la vida tan bien como lo haces, son producto de mi esfuerzo y perseverancia.
Cuando en algún momento, mientras conversamos, me llegue a olvidar de que estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que yo recuerde, y si no pueden hacerlo no te impacientes; tal vez no era importante lo que hablaba y lo único que quería era estar contigo y que me escucharas en ese momento.
Si alguna vez ya no quiero comer, no me insistas. Se cuanto puedo y cuanto no debo. También comprende que con el tiempo ya no tengo dientes para morder ni gusto para sentir.Cuando mis piernas fallen por estar cansadas para andar, dame tu mano tierna para apoyarme como lo hice yo cuando comenzaste a caminar con tus débiles piernitas. Pero ante todo, cuando algún día me oigas decir que ya no quiero vivir y solo quiero morir, no te enfades. Algún día entenderás que esto no tiene que ver con tu cariño o cuanto te ame. Trata de comprender que ya no vivo; sino que sobrevivo, y eso no es vivir.
Nunca olvides que siempre quise lo mejor para ti y he preparado los caminos que has debido recorrer. Piensa entonces que con este paso que me adelanto a dar estaré construyendo para ti otra ruta en otro tiempo, pero siempre contigo.
PD: Te quiero pá, te quiero má.


Hermoso texto.
ResponderEliminarDe verdad que lo pone a reflexionar a uno
Saludos
Gracias amiga. De verdad que no debemos esperar que lleguen los días malos en que la nieve se pose sobre nuestros cabellos y borren los recuerdos de aquellos que amamos. La vida se disfruta minuto a minuto. A mi la verdad me llego. Sobre todo porque me lo mando mi papá. Imposible dejarlo de lado.
ResponderEliminarSaludos!!
Esta hermoso!!!!!!!
ResponderEliminarMe hizo pensar en mi abuelo, en sus historias, en todo en realidad!!!